miércoles, 11 de mayo de 2011

EL GUION DE CRUZ DEL SUR Y DOS MULTAS DE TRAFICO




Por Pruden Rodríguez (Los apuntes del viajero)

A mis 28 años he sido multado por exceso de velocidad dos veces. La primera, allá por 2006, fue volviendo de Vilanova con la urgencia de tener que llevar a Sants a un actor que acababa de participar en la grabación de "Lo más importante", el primer cortometraje de David Sanz. La segunda ha sido hace unos días, cuando entraba a Vilanova con otro tipo de prisa: la de ver cómo se convertía en realidad este sueño que un día bautizamos como "Cruz del Sur".

De una multa a otra han pasado cinco años. Es el tiempo que ha tardado en gestarse un guión en el que nos hemos dejado la piel. La aventura comenzó poco después de ese primer exceso de velocidad. "Lo más importante" se estrenó en los cines Verdi unos meses después y David anunció allí mismo su intención de embarcarse en un largometraje. Yo, que había sido meritorio en su cortometraje y aunque aún no había acabado mi segundo año de guión, iba a tener el honor de formar parte de un equipo que completaría María Bianchi, la uruguaya de la ecuación.

Lo bueno de estar aún en la escuela era que tenía las ideas frescas y la teoría bastante clara. Lo malo era que no tenía más experiencia que la que puedan aportarte los primeros cortos de escuela. Lo que a los tres nos sobraba era ilusión, así que nos pusimos manos a la obra y pisamos a fondo el acelerador. Los primeros meses fueron intensos, de largas reuniones casi diarias... y no siempre fructíferas. Pero a larga encontrábamos solución a las barreras y poníamos en común nuestras diferencias, convirtiendo nuestros distintos puntos de vista en algo positivo para el guión. Y así fue creciendo Juan, que muchas veces era objeto de nuestras propias burlas: "qué aburrido, qué poca sangre tiene...". Y también fue tomando forma Mariano, nuestro preferido. Quizá un poco engreído, quizá algo excéntrico, pero entrañable al fin y al cabo. Otros personajes crecían con menos vigor. Julia parecía desdibujada y la familia de Juan era tan numerosa que uno no sabía ni quién era quién.

Los matices iban llegando mientras nosotros cambiábamos de escenario. Empezamos escribiendo en la antigua productora de David, que se disolvió al poco. Luego pasamos por bares, casas, locales prestados, más bares... y al final tuvimos lo que podía llamarse "Cruz del Sur 1.0". Desde entonces hasta ahora, como dije, han pasado cinco años y dos multas de tráfico. Juraría que la última versión que le pasé a David era la 9.3 y él aún hizo más modificaciones. Podríamos redondear y decir que hemos llegado a la versión 10. Queda mejor. Os podéis imaginar la de cambios que sufrió aquella primera versión. Desaparecieron muchos familiares y amigos de Juan (aún los recordamos con nostalgia), incluso compañeros de trabajo (pobre Arnau, el cocinero ciego), pero otros adquirieron mayor protagonismo e incluso algunos nacieron de la nada a última hora (nuestra querida Laia) para quedarse definitivamente. En Cruz del Sur, como en la vida, las personas vienen y van. María se fue a vivir a Uruguay hace tiempo y ha ido viviendo las últimas novedades desde la distancia. Quién me iba a decir que algún día sería yo el que vería Cruz del Sur tan lejos. De mi ordenador se ha trasladado a lugares reales de Montevideo, donde hoy deben estar grabando las últimas escenas. No puedo estar enfadado por la multa que ahora tengo entre las manos. Cruz del Sur bien lo valía.

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