domingo, 23 de octubre de 2011

LA BSO DE CRUZ DEL SUR


Por Rubén García Cebollero

En la BSO de Cruz del Sur aparecen composiciones y versiones de Berk and the virtual band,
http://www.myspace.com/berkandthevirtualband

Hay que destacar la sensibilidad con la que Sergi Berk ha interpretado lo que los directores Tony Lopez-Serrano y David Sanz buscaban para la historia de Cruz del Sur.

Mientras escribo estas palabras escucho La Dolce Vita, en la versión de jazz chill out de la banda, e intento recordar las diversas melodías de la película, incluidas las compuestas expresamente, que aún el público no ha tenido la suerte de poder disfrutar.

Y por eso he escogido esa imagen del personaje de Gemma, al que interpreta Dori Cano, en Cruz del Sur, porque la música de Berk es un dulce viento, que en palabras de Shakespeare, sopla sobre un macizo de violetas, robando y dispersando perfume.

La música de Berk crea un aroma distinto en el ambiente, capaz de revelar a los sentidos las más profundas pulsiones, la grandeza emocional de los sueños, y la feliz vibración de las ondas más humanas.

Invito a quién aún la desconozca a conocer la música de Berk and the virtual band, porque cuando escuchen algunas de las melodías de la BSO de Cruz del Sur, si les pasa como a mí se descubrirán, en cualquier momento, tarareándolas sin saber porqué.

Tal vez porque gusta.
Y lo que gusta uno no quiere que se termine nunca.










domingo, 16 de octubre de 2011

PRIMERA PAGINA DE LA NOVELA CRUZ DEL SUR


Por Rubén García Cebollero

Cuando era niño, papá me enseñó a mirar el cielo, de noche, para orientarme con las cuatro estrellas de la Cruz del Sur.


Mi papá, Walter, me señalaba el cielo y, señalando la Cruz, me decía:

—¿La ves...? Allá nomás.

—Ta —le contestaba, lacónico.


Imaginaba caer la oscuridad sobre el montevideano Puertito del Buceo, y más allá del mar, y cómo los marineros, igual que tiempo muy atrás hiciera Magallanes, contemplaban las estrellas, las mismas que me vieron crecer, para indicarme qué dirección tomar.


En aquel tiempo aún pensaba que la gloria, la felicidad o el éxito, jamás estuvieron en el Uruguay.


Pensaba que había que irse lejos para conquistarlas. Pensaba que en mi paisito era imposible prosperar, por más que lo quisiera. Parecía que Montevideo fuera a darme la razón. Y hasta parecía que creyera que yo era mucho más importante para Uruguay de lo que Uruguay en realidad lo era para mí. Miraba la Cruz del Sur y sentía que no me merecían, que estaban

desperdiciando el enorme talento que iban a valorar, sin duda, en otras latitudes. Aún no había descubierto que uno podía salir del Uruguay, pero que el Uruguay nunca podía salir de dentro de nosotros.


Parecía que Montevideo no durmiera, o que yo no quisiera dormir, pues hacía varias semanas que estaba engañando a mi mujer, haciendo el pelotudo, intentando fingir que iba a trabajar a un trabajo que ya no tenía, del que me habían echado por los recortes en el laboratorio FERMI.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿VOS CUANTO ME QUERÉS?


La foto es de una escena de Juan y Mariano, interpretados por David Sanz y Jorge Temponi, en Barcelona, cerca de Santa María del Mar. Y ahora ya podemos decir que CRUZ DEL SUR es película, se ha convertido en obra, y ha dado otro paso más hacia el laboratorio, que viene a ser como cuando un hombre y una mujer se arreglan para ir de gala.

El miércoles pasado estuve en Madrid. Pensé en esa foto cuando había visto ya, por afortunada tercera vez, la edición de CRUZ DEL SUR. Y pensé en las piedras que hacen falta para elevar una construcción. Porque en el cine el público acaba viendo sólo una parte de lo que hizo falta, y esa foto me recordó a Bernardo Atxaga, en su Obabakoak, cuando decía "ha salido a la calle en pos de algo que alivie la monotonía de su vida". Sin duda, CRUZ DEL SUR es ese algo, donde el ritmo, la emoción y la belleza fluyen como un paseo en buena compañía.

Ahora llega el tiempo (aún faltan unos meses) de que se escuche y se vea con el color que los directores imaginaron. El tiempo de negociar su distribución, para que pueda disfrutarse en tantas partes como la hemos disfrutado quienes la hemos hecho vivir. Un tiempo agradecido con todos, desde aquí y desde allá, quienes han sumado su granito de arena para elevar esta montaña, este espectáculo, este milagro que nos permite mirar la CRUZ DEL SUR, en la noche estrellada, y preguntar a quien nos acompañe, "Vos, ¿cuánto me querés?".