miércoles, 11 de enero de 2012

DOCE DE ENERO DE DOS MIL DOCE


Antes del pase privado es normal que haya nervios, como será normal que mañana haya lágrimas de emoción.

Cruz del Sur, la película, da otro pasito más hacia la distribución nacional e internacional, esperando su oportuna llegada a los corazones del público, que somos al final quienes damos vida o muerte a las historias.

Y es buen momento para echar la vista atrás. Ha volado un año, y más de unos cuantos años, desde que la idea cogió forma, y David y Tony han conseguido plasmar su Cruz del Sur en imágenes, ritmo, movimiento y una música y sonidos envolventes.

Sabemos que mañana no podrán estar todos los que quisieran, pero de alguna forma los sentiremos junto a todos nosotr@s, los afortunad@s que podremos decir que, por primer vez, en una sala de cine sentimos el latido de Cruz del Sur.

Y será bueno opinar, saber si tras tanto generoso trabajo, esfuerzo y compromiso, nosotros, el público, el que manda, sentiremos o no satisfacción al recordar que, más allá de lo que miden los presupuestos, las emociones de Cruz del Sur nos causan felices lágrimas de esperanza.

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